top of page

Ser lugar seguro para otras personas

Actualizado: 30 mar 2023

En mis momentos oscuros y confusos, momentos que me siento como dentro de un pozo....algo comienza a iluminarse cuando aparece otra persona, una persona que se animó a bajar a mi pozo y sentarse conmigo un rato. Se hace espacio para todo lo que siento, de a poco comienzo a perderle el miedo, todo lo que pasa y todo lo que me pasa está bien, su presencia me calma y me da fuerzas para seguir.


No me tiende la mano desde arriba para sacarme del pozo. Solo se toma un rato para bajar y acompañarme.


En ese movimiento vive una gran diferencia. En el primero, me siento muy sola. A pesar del amor que sé que hay en sus palabras, de sus consejos llenos de su propia sabiduría y experiencia, siento que realmente no me ven. Es tan fuerte su deseo de "sacarme" de ese estado y "arreglarme" (no muy diferente a mi propio deseo) , que es como si no registrasen a la persona que soy a ahora, que la estoy pasando mal, que necesito llorar con alguien y no sentir vergüenza por eso, que me quiero borrar la sonrisa que tengo en los labios mientras cuento lo que me pasa, solo para que nadie se sienta mal al verme así. Se me hace muy difícil, y refuerza mi sensación de soledad, mientras escucho las voces de fondo con consejos y palabras de aliento....haciendo un esfuerzo por no reaccionar, mi sonrisa de piedra se vuelve mi coraza, quiero que este momento pase pronto. Quiero irme, llorar y derrumbarme tranquila.


Todos en diferentes momentos de la vida nos encontramos con esta vivencia, de un lado o del otro del pozo.


Muchas otras veces soy yo la que apresuradamente está intentando sacar a alguien de su pozo. Simplemente me da miedo ver a las personas que amo pasarla mal, no quiero que sufran y puedo ver mi deseo de "arreglar" lo que pasa. En otras ocasiones creo que se está "ahogando en un vaso de agua" y me cuesta entender cómo está sufriendo con algo que yo veo tan simple, pienso que mis consejos/recetas son lo que necesita.


Se siente mejor ser el que está fuera del pozo ayudando a otro.


Sea cual sea el motivo, hoy puedo ver que la dificultad que tenemos a veces para "bajar al pozo" con otra persona comienza con una falta de conexión con nosotros mismos primero, y luego con el otro. Hay algo que está sucediendo en ese momento de intimidad que no vemos, que resistimos o ignoramos. Estamos programados para resolver, para ir para adelante, para evitar sufrir, ser la mejor versión, etc. En algunas partes del camino, sin querer, se nos olvida nuestra humanidad compartida, la fragilidad de la vida, nuestra vulnerabilidad, las sombras compartidas y las propias. Vivimos en piloto automático y no siempre es fácil apagarlo.


La próxima vez que te encuentres con alguien que está dentro de "su pozo" toma un respiro. Pregúntate si estas listo para bajar a acompañarlo, escucharlo con amor y curiosidad.... calmando tu necesidad de dar consejos. Mirar a esa persona a los ojos probablemente te ayude, ver en su dolor rastros de tu propio dolor, que aunque diferentes, igualmente humanos puede despertar tu compasión. Recordar que todos visitamos nuestros pozos privados de vez en cuando. Que la vida se va entrelazando en los momentos que estamos dentro y fuera.

Quizás necesites reunir un poco más de valor para hacerlo, tomate tu tiempo. No tiene que salir perfecto, al final todos estamos haciendo lo mejor que podemos: la persona que está dentro del pozo, el que está queriendo entrar a acompañarlo y el que tiende su mano.

Comments


bottom of page